domingo 05 de mayo de 2024 - Edición Nº1978

País

Polémica

Ola de renuncias en el Gobierno de Milei: ¿Qué ven los funcionarios y por qué se van?

Asciende a 17 el número de funcionarios que dieron un paso al costado en el Gobierno nacional, que lleva apenas un poco más de cuatro meses en el poder.



La gestión de Javier Milei lleva poco más de cuatro meses en el Gobierno y llama la atención el número de despidos y renuncias de sus funcionarios: hasta el momento el número asciende a 17 personas que ya dejaron su cargo.

La seguidilla de bajas comenzó el 16 de diciembre pasado, a seis días de iniciado el Gobierno del libertario, con el caso de Eduardo Roust, que si bien no había sido nombrado formalmente en el cargo, ya oficiaba como subsecretario de Comunicación. Mediante una carta, Rust se dirigió a la prensa y sostuvo que su decisión tenía que ver con “motivos personales” y habló de la exigencia de una “velocidad informativa sin precedentes”.

Al día siguiente, el 17 de diciembre, tuvo lugar la baja de Juan Caruso, quien fue director de Comunicación nacional, y anunió su renuncia de la siguiente manera: "Amigos, colegas, compañeros. Les escribo para avisarles que decidí dar un paso al costado y no seguir en la comunicación del gobierno de Javier Milei".

El 29 de diciembre fue el turno de Belén Stettler, quien ocupaba el cargo de secretaria de Medios. La primera funcionaria mujer en apartarse de la gestión libertaria dejó su cargo y fue reemplazada por el periodista Eduardo Serenellini.

La seguidilla de renuncias empezó a denotar las tensiones y peleas dentro del Gobierno nacional que apenas 19 días después de asumir ya contaba con tres bajas. Y como si fuera poco el escándalo, Javier Milei tomó la decisión el 25 de enero de echar  a Guillermo Ferraro, quien estuvo a cargo del Ministerio de Infraestructura. La decisión del jefe de Estado tuvo que ver con "filtraciones del Gabinete" a los medios. Tras su salida las áreas de Minería y Energía quedaron bajo la órbita del Ministerio de Economía, al mando de Luis Caputo.

Y la lista sigue…

Luego fue el caso de Ricardo Schlieper, quien ocupó el cargo de subsecretario de Deportes, tras el anuncio oficial de la llegada del exgobernador bonaerense, Daniel Scioli, como secretario de Turismo, Ambiente y Deporte, quien dejó su cargo diplomático como embajador argentino en Brasil.

“Comunico por este medio mi renuncia al cargo de subsecretario de deportes de la Nación. Ante la designación de Daniel Scioli como secretario del área decidí dejar el cargo para darle libertad de acción para elegir sus colaboradores", explicó Schlieper.

La ley ómnibus trajo más bajas

La caída del proyecto de ley ómnibus o ley de “Bases”, tuvo como consecuencia una puja con los gobernadores y el Gobierno no dejó pasar por alto su descontento con las provincias que no apoyaron con votos el proyecto en el Congreso. El 9 de febrero, Javier Milei mandó a pedir las renuncias de Flavia Royón, quien estaba a cargo de Minería, y de Osvaldo Giordano, titular de ANSES. Vale mencionar que Royón quedó marcada por su vínculo con el gobernador de Salta,  Gustavo Sáenz, y Giordano por su cercanía con Martín Llaryora, jefe provincial de Córdoba.

Los motivos expuestos por el Gobierno fueron por "la crisis económica heredada y el momento histórico actual", motivos por el cual se requiere de "funcionarios públicos comprometidos con la modernización, simplificación y desburocratización del Estado". Pero Royón reveló que Caputo le había dicho que “estaba haciendo un excelente trabajo, pero cuestiones políticas impedían mi continuidad ”.

Las renuncias llegaron al Ministerio de Seguridad

Sebastián García de Luca, quien fue jefe de campaña de Patricia Bullrich en Buenos Aires, renunció el pasado 27 de febrero a su cargo de secretario de Articulación Federal  en la cartera de Seguridad, quien anunció su renuncia a través de Twitter: “Un placer acompañarte hasta acá Pato Bullrich. Gracias por tu confianza. Sos una gran dirigente y mejor persona. Sigo convencido del cambio que necesita nuestro país, con responsabilidad, respeto y federalismo”.

¿Qué pasa en el Ministerio de Capital Humano?

Casi al mismo tiempo que la salida de Luca, se oficializó la baja de Ricardo Spartano, quien ocupó el cargo al frente de la Secretaría de Coordinación Legal y Administrativa en el Ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello, por sólo nueve días.

Además, renunció tras el subsecretario de Políticas Sociales de la Secretaría de Niñez y Familia, Pablo Rodrigué, quien estaba a cargo de la distribución de los alimentos para los comedores.

En los últimos días se conoció la salida de dos funcionarios más en Capital Humano: Se trata de Maximiliano Keczeli, mano derecha de Sandra Pettovello y responsable de legales dentro de la cartera, y de Gerardo Marcelo Hita, director del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Ambos con cargos oficializados a través del Boletín Oficial, que si bien hay varias versiones que circulan respecto a sus salidas, los colaboradores de Pettovello afirman que ambos profesionales invocaron “razones personales”.

También renunció este miércoles a su cargo de subsecretaria de Relaciones del Trabajo de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad, Mariana Hortal Sueldo, quien secundaba al secretario de Trabajo, Omar Yasín. Su nombramiento se había hecho el 15 de febrero pasado luego de que el Gobierno desplazara de ese puesto a Horacio Pitrau, a quien responsabilizaron de promover una estrategia negociadora con el sindicalismo.

Las secuelas del escándalo por la suba del sueldo del Presidente

A la lista se sumaron el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert, y la militante libertaria Geraldine Calvella, designada en el Renaper. Ambos presentaron la renuncia luego de haber quedado envueltos en sendas polémicas.

Guibert comunicó su renuncia este lunes, tras el escándalo de hace unas semanas sobre el aumento salarial del 48% para Milei, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, ministros y secretarios. Según trascendió fue el responsable de firmar dicha suba por decreto. El ingeniero industrial de 75 años tenía un vínculo estrecho con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y con Federico Sturzenegger, quien está a cargo de la Unidad Transitoria para la Desregulación de la Economía. Asimismo, Milei al final desplazó sólo al secretario de Trabajo, Omar Yasin.

Por su parte, Calvella, renunció tras producirse una polémica por haber sido designada al frente de la Dirección de Fiscalización de Centros de Documentación del Registro Nacional de las Personas (Renaper), con un cargo directivo a la corta edad de 23 años y sin la experiencia necesaria.

Como si fuese poco, el viernes pasado el Gobierno desplazó al jefe de la Casa Militar, Alejandro Guglielmi. El órgano mixto de militares y civiles que se encarga de la seguridad presidencial, la Casa Rosada y la Residencia Oficial de Olivos. Vale mencionar que Guglielmi había llegado al cargo durante la administración de Mauricio Macri y se mantuvo también durante los cuatro años de Alberto Fernández.

Si bien aún no trascendió la noticia de manera oficial, se cree que como la Casa Militar se encuentra bajo la órbita de la Secretaría General de la Presidencia, que comanda Karina Milei, vinculan la remoción del jefe a un posible desencuentro con la hermana del Presidente.

Este lunes, el Director de Control y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez, presentó su renuncia indeclinable ante el Subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla. La decisión de Suárez se dio tras el escándalo del buque Tai An, por el que recibió amenazas de la Cancillería que impidieron tomar la decisión de hacer volver el barco a puerto. Además le pidieron que confeccionara una lista con cincuenta nombres para ser despedidos y que preparara una desregulación, eliminando las resoluciones y disposiciones establecidas por la Secretaría de AGyP y la Subsecretaría de Pesca desde 2019 a 2023.

¿Qué pasa dentro de la gestión libertaria?, ¿Porqué se dan tantas renuncias y despidos?, ¿Será cuestión de esperar a ver quien será el próximo?. Por lo pronto, La Libertad Avanza pierde firmesa en cada escándalo y todo indica que aún no ha llegado la cresta de la ola. 

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